EL SÍNDROME DE OVARIOS POLIQUÍSTICOS ¿DIFICULTA LA REPRODUCCIÓN?
Padecer el síndrome de ovarios poliquísticos puede tener un impacto negativo en la fertilidad, pero no impide necesariamente conseguir un embarazo gracias a los avances en el tratamiento de este síndrome y en las técnicas de reproducción asistida.
El síndrome de ovarios poliquísticos es un trastorno endocrino-ginecológico causado por la producción excesiva de andrógenos (hormonas sexuales masculinas) por parte de los ovarios, lo que genera un conjunto de síntomas que afectan a distintas partes del organismo.
Como en las mujeres con este síndrome la ovulación se produce con menos frecuencia aumentan las dificultades para concebir de manera natural, si bien la mayoría de los casos pueden resolverse con el tratamiento adecuado. Este artículo también abordará las probabilidades de embarazo con ovarios poliquísticos, brindando información clave.
Ovarios poliquísticos y embarazo: signos y síntomas
Entre los signos y síntomas más frecuentes del síndrome de ovarios poliquísticos, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) recoge los siguientes:
- Alteraciones menstruales. Los periodos se vuelven irregulares, infrecuentes, abundantes o prolongados y, en ocasiones, la menstruación desaparece durante meses. Al no producirse una ovulación normal, las mujeres que sufren el síndrome de ovarios poliquísticos tienen más dificultades para quedarse embarazadas de manera natural.
- Hiperandrogenismo. El exceso de andrógenos puede causar hirsutismo, que es un exceso de vello en zonas del cuerpo donde no debería crecer, como el rostro, las mamas, el abdomen o los muslos. También puede aparecer acné, tanto en la adolescencia como en la edad adulta. El hirsutismo es un síntoma muy visible y estigmatizante y está presente en al menos el 70% de las mujeres afectadas por ovarios poliquísticos.
- Resistencia a la insulina. La resistencia a la insulina se produce cuando el organismo no responde adecuadamente a la acción de esta hormona secretada por el páncreas, que es imprescindible para que las células utilicen como energía la glucosa que consumimos. La resistencia a la insulina provoca un aumento de los niveles de esta hormona y de la glucosa en sangre, lo que a su vez incrementa el riesgo de obesidad, de diabetes tipo 2 y de enfermedades relacionadas con estos trastornos, como las cardiovasculares.
- Múltiples quistes en los ovarios. Las mujeres con este síndrome presentan ovarios poliquísticos, es decir, ovarios más grandes y con una gran cantidad de pequeños folículos ováricos de entre 2 y 9 milímetros de diámetro que se pueden observar claramente mediante una ecografía transvaginal.
Ovario poliquísticos y embarazo: problemas de salud relacionados
Además de los signos y síntomas mencionados, el síndrome de ovarios poliquísticos puede causar otros trastornos de salud, como:
- Obesidad y diabetes tipo 2.
- Hipertensión arterial.
- Alteración de los niveles de colesterol y de los triglicéridos.
- Enfermedades cardiovasculares, como infarto de miocardio o ictus.
- Hiperplasia (engrosamiento excesivo) o cáncer de endometrio.
- Esterilidad.
Tratamiento del síndrome de ovarios poliquísticos
El abordaje del síndrome de ovario poliquístico está enfocado a mejorar la sintomatología y a prevenir las consecuencias en la salud a largo plazo. El tratamiento consistirá en la administración de uno o varios medicamentos dependiendo de los síntomas que se quieran mejorar, como el hirsutismo, el acné, la resistencia a la insulina, la regulación del ciclo menstrual, promover la ovulación o, incluso, conseguir un embarazo.
El tratamiento siempre debe ser prescrito y controlado por un profesional médico después de haber hecho un estudio en profundidad de cada caso. No obstante, y de manera general, el primer paso en el tratamiento del síndrome de ovarios poliquísticos, según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), consiste en la adopción de medidas higiénicas y de estilo de vida saludable, como seguir una dieta equilibrada y la práctica diaria de ejercicio físico para reducir el peso, mejorar la resistencia a la insulina, los niveles de colesterol y la hipertensión.
El tratamiento también dependerá de si la mujer desea conseguir o no una gestación.
Tratamiento en mujeres que no desean un embarazo
El acné y el hirsutismo se pueden tratar con medicamentos que reducen los andrógenos, como el acetato de ciproterona, la espironolactona o la flutamida. Todos estos tratamientos deben ser prescritos y controlados por un médico y se deben evitar remedios caseros que puedan empeorar los síntomas.
La menstruación irregular se puede tratar con anticonceptivos hormonales, que también alivian el acné y el hirsutismo. La progesterona puede ser eficaz en el caso de que no se quieran tomar anticonceptivos.
Tratamiento en mujeres que desean un embarazo
Las mujeres con el síndrome de ovarios poliquísticos no tienen por qué renunciar a ser madres, pueden someterse a tratamientos hormonales que ayudan a restaurar la ovulación, entre los que se encuentran los siguientes que indica la SEF:
- Citrato de clomifeno: este tratamiento permite conseguir un 80% de ciclos ovulatorios, aunque solo un 10% de embarazos. Se administra por vía oral mediante pastillas durante 5 días a partir de los días 3-5 de menstruación, y el tiempo máximo de tratamiento recomendado es de 6 meses.
- Gonadotropinas: se administran mediante inyecciones por vía subcutánea a partir de los días 3-5 de menstruación.
Estos tratamientos precisan de un control estrecho con el fin de determinar la dosis necesaria para conseguir la ovulación y evitar los riesgos de una posible hiperestimulación. Otras opciones terapéuticas, como la cirugía, se reservan para los casos en los que no han funcionado los tratamientos mencionados.
Probabilidades de embarazo con ovarios poliquísticos
Las pobabilidades de embarazo con ovarios poliquísticos varían en función de cada caso, pero con el tratamiento adecuado las tasas de éxito son bastante altas. Gracias a los avances en el tratamiento del síndrome de ovarios poliquísticos, así como en reproducción asistida, la mayoría de las mujeres con este síndrome puede cumplir su sueño de ser madres. Conseguir un embarazo natural puede resultar muy complicado y un porcentaje elevado de pacientes necesitarán la ayuda de tratamientos como la inseminación artificial o la fecundación in vitro.
Debido a las peculiaridades de la enfermedad, es importante que se pongan en manos de especialistas que hagan un estudio exhaustivo de su caso con el fin de evitar complicaciones.
El uso de estimuladores o inductores de la ovulación puede aumentar el riesgo de síndrome de hiperestimulación ovárica y de embarazo múltiple. El síndrome de hiperestimulación ovárica se produce cuando la respuesta al tratamiento hormonal para la estimulación ovárica es excesiva. Como las mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos tienen una gran cantidad de folículos antrales, el riesgo de hiperestimulación es muy elevado. En algunos casos, el síndrome de hiperestimulación ovárica puede causar cuadros graves con taquicardia, problemas para respirar, acumulación de líquido en el abdomen (ascitis) y aumento rápido de peso.
En cuanto al embarazo múltiple, aumenta el riesgo de complicaciones para la madre y el bebé, como parto prematuro, bajo peso al nacer, diabetes gestacional o preeclampsia, entre otras. Estos riesgos obligan a extremar los controles de la medicación que se emplea para la estimulación, de manera que se consiga una respuesta ovárica, pero sin superar los límites necesarios. Habitualmente, en estos casos se utiliza medicación hormonal en dosis más bajas, pero durante más tiempo, hasta conseguir el crecimiento folicular adecuado. La transferencia embrionaria se lleva a cabo en un segundo tiempo, para evitar la aparición de la hiperestimulación ovárica.
En la fecundación in vitro, el riesgo de embarazo múltiple no aumenta en las mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos en comparación con las que no sufren la enfermedad. Esto es así porque la fecundación tiene lugar en el laboratorio y ese riesgo (el de embarazo múltiple) dependerá del número de embriones que se transfieran a la mujer, siendo lo recomendado la transferencia embrionaria única.