¿Qué es fertilidad?
La fertilidad es la capacidad biológica de una persona para concebir y llevar un embarazo a término. Este proceso implica el correcto funcionamiento del sistema reproductor femenino y masculino. En la mujer, depende de la calidad de los óvulos, la ovulación, la salud del útero y las trompas de Falopio. En el hombre, depende principalmente de la cantidad, movilidad y morfología de los espermatozoides.
¿Para quién es importante la fertilidad
Además de saber qué es fertilidad, es relevante entender que la fertilidad es un tema que puede impactar a todas las personas en edad reproductiva, independientemente de su orientación sexual o situación de pareja. Las dificultades reproductivas pueden aparecer en:
- Parejas heterosexuales que intentan concebir sin éxito.
- Parejas de mujeres que necesitan acceder a tratamientos de fertilidad, tanto técnicas de reproducción con semen de donante, como el Método ROPA, para formar una familia.
- Personas solteras, tanto hombres como mujeres, que desean tener hijos.
- Personas trans o no binarias que quieren preservar su fertilidad antes de una transición hormonal o quirúrgica.
¿Por qué ocurre la infertilidad? Factores principales
1. Edad
La edad es uno de los factores que más influye en la fertilidad, especialmente en las mujeres. La reserva ovárica (cantidad de óvulos) disminuye progresivamente a partir de los 30 años y más drásticamente después de los 35. En los hombres, aunque la producción de esperma puede mantenerse hasta edades avanzadas, la calidad espermática también tiende a disminuir con el tiempo.
2. Salud general y enfermedades
- En mujeres: Condiciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), endometriosis, obstrucción de trompas o desequilibrios hormonales afectan negativamente la fertilidad.
- En hombres: Problemas como varicocele, infecciones genitales, baja producción de testosterona o anomalías en el esperma pueden limitar la capacidad reproductiva.
3. Estilo de vida y exposición ambiental
Peso corporal no saludable
Un IMC demasiado bajo puede interrumpir la ovulación en mujeres o reducir la producción de esperma en hombres. Por otro lado, el sobrepeso puede provocar alteraciones hormonales que dificultan la concepción.
Consumo de alcohol, tabaco o drogas
Estas sustancias afectan negativamente la calidad de óvulos y espermatozoides, incrementan el riesgo de abortos espontáneos y pueden dañar la función ovárica y testicular.
Estrés crónico
El estrés elevado y prolongado puede alterar la producción hormonal necesaria para la ovulación y la espermatogénesis, interfiriendo en el ciclo reproductivo.
Exposición a contaminantes ambientales
Productos como pesticidas, ftalatos, metales pesados o radiaciones pueden tener efectos nocivos sobre el sistema reproductivo y están asociados a la disminución de la fertilidad.
¿Cómo contrarrestar los problemas de fertilidad?
Existen distintas formas de actuar frente a los factores que afectan la fertilidad:
- Prevención: Mantener un estilo de vida saludable, controlar el peso, evitar el consumo de sustancias tóxicas y realizar controles ginecológicos o andrológicos periódicos.
- Diagnóstico precoz: Consultar a un especialista ante cualquier signo de alerta permite actuar antes de que la fertilidad se vea comprometida.
- Preservación de la fertilidad: Personas que desean postergar la maternidad/paternidad o que van a recibir tratamientos médicos agresivos (como quimioterapia) pueden recurrir a la preservación de óvulos o espermatozoides.
Tratamientos y opciones disponibles
1. Tratamientos de fertilidad
Estimulación ovárica
Consiste en la administración de medicamentos hormonales para inducir el desarrollo de uno o varios folículos ováricos. Se utiliza como paso previo en tratamientos como la inseminación artificial o la fecundación in vitro.
Inseminación artificial (IA)
Técnica en la que se introduce una muestra de esperma —previamente capacitada en laboratorio— en el útero de la mujer en el momento más fértil del ciclo. Se indica en casos de infertilidad leve o en mujeres sin pareja masculina.
Fecundación in vitro (FIV)
Consiste en fecundar los óvulos con los espermatozoides en un laboratorio y transferir el embrión al útero una vez desarrollado. Es una de las técnicas más eficaces, indicada en múltiples casos de infertilidad.
ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides)
Variante de la FIV en la que se introduce un espermatozoide directamente dentro del óvulo. Se emplea sobre todo en casos de factor masculino severo. [Más información sobre ICSI]
Donación de gametos
Cuando no es posible utilizar los óvulos o espermatozoides propios, se recurre a la donación. Esto permite a muchas personas o parejas acceder a la maternidad o paternidad.
Diagnóstico genético preimplantacional (DGP)
Permite analizar los embriones creados por FIV para detectar enfermedades genéticas o alteraciones cromosómicas antes de ser transferidos. Está indicado cuando hay antecedentes familiares o edad materna o paterna avanzada.
2. Tratamientos preventivos
Criopreservación de óvulos
Método que permite congelar óvulos en edad fértil para usarlos en el futuro. Es ideal para mujeres que desean postergar la maternidad por motivos personales o médicos.
Criopreservación de esperma
Técnica similar, y te preguntarás, ¿Cuándo preservar la fertilidad masculina?, pues esta técnica está indicada en hombres que van a recibir tratamientos médicos agresivos o desean preservar su fertilidad antes de una vasectomía o cambio de vida.
Casos de uso: distintas situaciones, distintas soluciones
Pareja heterosexual
Puede recurrir a tratamientos como IA o FIV si existe infertilidad femenina, masculina o combinada. En muchos casos, con un abordaje médico adecuado, se logra el embarazo en menos de un año.
Pareja de mujeres
Las opciones más comunes son:
- Inseminación artificial con semen de donante: Es el tratamiento más sencillo y económico. Una de las dos mujeres se somete a la inseminación con esperma de un banco de semen.
- Fecundación in vitro con semen de donante. Para casos en los que la mujer no es subsidiaria de inseminación (baja reserva ovárica, obstrucción tubárica, edad avanzada…)
- Método ROPA (Recepción de Óvulos de la Pareja): Técnica que permite que ambas mujeres participen activamente en la maternidad: una aporta los óvulos y la otra gesta el embarazo. Es muy popular por su componente emocional y biológico compartido.
Mujeres por sí solas
Pueden optar por IA o FIV con semen de donante, como se describe en el caso de parejas de mujeres. Además, muchas mujeres jóvenes deciden preservar su fertilidad mediante vitrificación de óvulos si no tienen pareja o desean esperar para ser madres sin comprometer sus posibilidades futuras.
Parejas con antecedentes genéticos
La FIV con DGP permite seleccionar embriones libres de enfermedades hereditarias, ofreciendo un embarazo más seguro.
Personas trans
Antes de iniciar una transición médica, pueden recurrir a la preservación de gametos para mantener la posibilidad de formar una familia biológica en el futuro.
¿Cuándo acudir a un especialista?
Debes consultar con un especialista en fertilidad si:
- Llevas más de 12 meses intentando concebir sin éxito (o 6 meses si tienes más de 35 años o alguna patología diagnosticada, como SOP, endometriosis…).
- Tienes ciclos menstruales irregulares o muy dolorosos.
- Has tenido múltiples abortos espontáneos.
- Tienes antecedentes de enfermedades ginecológicas, andrológicas o genéticas.
En HM Fertility Center, contamos con un equipo médico multidisciplinar que tiene muy claro qué es la fertilidad, contamos también con tecnología de vanguardia y un enfoque personalizado para ayudarte a cumplir tu deseo de ser madre o padre.
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