En la actualidad, materializar el deseo de ser madre soltera pasa por dos opciones: recurrir a la adopción o someterse a técnicas de reproducción asistida (inseminación artificial con fecundación in vitro con semen de donante), una alternativa por la que se decanta un número creciente de mujeres.
Cada vez son más las mujeres que se decantan por la opción de ser una madre soltera. En el caso concreto de España los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que el 81,40 % de los hogares monoparentales están formados por madres e hijos.
Entre las circunstancias que propician el aumento de mujeres que deciden afrontar la maternidad en solitario se encuentran, por un lado, el contexto social actual, caracterizado por la presencia de nuevos y diversos modelos familiares y, por otro, la tendencia a retrasar la edad de tener hijos.
Hasta hace unos años, la alternativa existente para ser madre soltera era recurrir a la adopción. Sin embargo, el desarrollo de la medicina reproductiva y los últimos avances en este campo han abierto nuevas posibilidades, ofreciendo a las mujeres que se encuentran en esta situación, opciones muy seguras y con muy buenos resultados.
Las técnicas que se emplean en estos casos son fundamentalmente dos: la inseminación artificial (IA) con semen de donante y la fecundación in vitro con semen de donante (FIV). La elección de uno u otro tratamiento para ser madre soltera está determinada por factores como la edad de la mujer, su nivel de reserva ovárica y la existencia o no de problemas o alteraciones que dificulten la consecución del embarazo.
En las clínicas especializadas en reproducción asistida se analiza cada caso en concreto para facilitar la decisión y aconsejar cuál es la opción más adecuada, en base a la situación clínica de la mujer y teniendo también en cuenta sus circunstancias personales (laborales, económicas, sociales, emocionales…).
Inseminación artificial con semen de donante (IAD)
Tal y como explica la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), se trata de una técnica de reproducción asistida que se emplea principalmente en casos de esterilidad en los que la paciente tiene, al menos, una trompa uterina permeable y el varón presenta problemas con la calidad o cantidad del semen. También se utiliza en el caso de las mujeres que quieren ser madres, pero no tienen una pareja masculina.
En la IAD se recurre al uso de espermatozoides conservados mediante congelación procedentes de un banco de semen debidamente acreditado y que reúne todos los requisitos establecidos por la Ley.
Esta técnica tiene una serie de características que hacen que sea especialmente recomendable en los casos en los que existe el deseo de ser madre soltera en mujeres jóvenes que no presentan ninguna alteración reproductiva. La IAD puede llevarse a cabo de acuerdo a su ciclo natural, escogiendo el momento óptimo para realizar la inseminación, esto es, coincidiendo con su ovulación. En otros casos, la mujer se puede someter a una estimulación ovárica con dosis muy bajas, para optimizar el proceso, favorecer la ovulación, así como aumentar tasa de éxito.
En el momento en que la mujer ovula, se introduce el semen, seleccionando previamente los espermatozoides más rápidos y con mayor capacidad fecundante, simulando lo que ocurre en el coito.
Una vez inseminada la mujer, el proceso habitual (la llegada de los espermatozoides a las trompas, la fecundación, implantación…) se desarrolla de forma natural en el cuerpo femenino, sin necesidad de ninguna otra intervención médica distinta a las habituales que se producen en un embarazo.
Si no hay una patología femenina, las tasas de embarazo que se consiguen con este método tras un número adecuado de ciclos de tratamiento (suele ser seis el límite para madres solteras) son muy altas.
Fecundación in vitro (FIV)
Es una técnica que consiste en poner en contacto a los espermatozoides con los ovocitos para lograr la fecundación en el laboratorio. En el caso de la mujer que desea ser madre soltera, este método se indica en aquellas que no cumplen las condiciones para someterse a una IAD o que no han conseguido quedarse embarazadas tras varios ciclos con esta técnica. Es su elección en aquellas con más edad, aconsejable para las mayores de 38 años, ya que la tasa de éxito con una IAD es inferior, y también en aquellas que presentan algún problema de fertilidad.
Algunas de las características de la FIV son las siguientes:- A diferencia de la inseminación artificial, en la FIV es necesario obtener un número elevado de ovocitos, por lo que siempre se somete a la mujer a un proceso de estimulación ovárica;
- Se hace un estrecho seguimiento durante el proceso de estimulación mediante ecografías para ver la evolución del tamaño de los folículos (que son los que contienen los ovocitos);
- Una vez que los folículos alcanzan un tamaño, se extraen mediante una punción ovárica bajo sedación, que consiste en aspirar los ovocitos con una aguja fina y bajo visión ecográfica;
- Los ovocitos extraídos son fecundados en el laboratorio con el semen, bien de manera espontánea en una placa de cultivo, o bien mediante inyección intracitoplasmática (ICSI).
- Posteriormente, se introducen en un incubador de última generación con sistema Time-lapse, de tal forma que se va viendo la evolución del embrión con fotos sin que sea necesario sacarlos del incubador.
- Una vez que el/los embrione/s,llegan a estadio blastocisto (día+ 5 o +6) se selecciona el de mayor capacidad de implantación y se transfieren al útero de la futura madre, y se criopreserva/n el /los sobrante/s.
En el caso de la mujer que se somete a una FIV para ser madre soltera hay que tener en cuenta la edad, la reserva ovárica de la que partimos.
A diferencia del semen, que siempre procede de un donante, de la misma manera que en la inseminación artificial cuando la mujer no tiene pareja masculina
Los óvulos pueden proceder bien de la misma mujer con deseo genésico o recurrir a la doble donación, esto es, al uso de óvulos procedentes de una donante, como el semen. Se suele optar por la doble donación en aquellos casos en los que no es posible utilizar los óvulos de la futura gestante debido a que su reserva ovárica es baja, sus ovocitos no ofrecen la calidad suficiente para conseguir un embarazo o la mujer es portadora de una alteración genética o cromosómica.
En la ovodonación se pueden dar dos circunstancias: que los óvulos estén vitrificados y preservados o que sean fecundados en fresco, en cuyo caso es necesario coordinar el ciclo menstrual de la donante y el de la receptora;
La fecundación a partir de los óvulos y los espermatozoides donados se realiza en el laboratorio primero y los embriones obtenidos se transfieren tras el cultivo a blastocisto al útero de la receptora;
Según los datos del registro de la Sociedad Española de Fertilidad, la posibilidad de conseguir un embarazo tras una transferencia de embriones procedentes de óvulos de donantes es de más del 50% por ciclo. Por tanto, se considera que esta técnica es la que mejores resultados proporciona porque los ovocitos proceden de mujeres sanas y jóvenes.
Adopción de embriones: la “tercera vía”
Otra posibilidad para ser madre soltera mediante una FIV es la adopción de embriones, que es el uso de embriones sobrantes procedentes de otras mujeres o parejas que no quieren tener más hijos o que desean donarlos.
De forma similar a como se hace con los óvulos vitrificados, los embriones donados están criopreservados en nitrógeno líquido. Cuando se utilizan en un tratamiento, basta con descongelarlos y transferirlos al útero de la mujer. Entre las ventajas de esta técnica destaca que resulta más económica que el procedimiento de doble donación.
Mitos y preguntas frecuentes
Cuando la mujer que opta por convertirse en madre soltera recurre a una FIV, ya sea con semen de donante o con doble donación, una de las preocupaciones más habituales son las características que tendrá su futuro hijo.
En este sentido, es importante tener en cuenta que los centros de reproducción asistida realizan una exhaustiva selección, tanto del semen con el que se realiza la inseminación artificial y la fecundación in vitro, como de los óvulos utilizados en la FIV con óvulos donados, con el objetivo de elegir, de forma rigurosa, aquellos más adecuados en función de las características físicas y el grupo de la futura madre.
Asimismo, y a pesar de que hay muchos mitos e ideas erróneas al respecto, hay que tener muy claro que, tanto la donación de óvulos, como la de esperma, son absolutamente anónimos en España. Eso sí, la Ley establece que, tanto la madre soltera sometida a esta técnica, como los hijos resultados de la misma, tienen derecho a obtener información general de los donantes, siempre que no incluya su identidad.
Un dato importante, en este sentido, es que el número máximo de gestaciones que pueden obtenerse en nuestro país a partir de los gametos (óvulos o espermatozoides) de un mismo donante es de 6, incluyendo a los hijos que éstos tengan por reproducción no asistida.
En la Sanidad Pública, la posibilidad de someterse a un tratamiento de reproducción asistida siendo madre soltera, los protocolos y peculiaridades a los que se ajusta el proceso dependen de la comunidad autónoma en cuestión.