La inseminación artificial es una de las opciones que ofrece la medicina reproductiva para conseguir el embarazo en determinadas circunstancias. Se trata de un método sencillo y seguro, cuya tasa de éxito se potencia si se lleva a cabo en un centro que garantice la máxima calidad del procedimiento en todas sus fases.
La inseminación artificial es la más sencilla de las técnicas de reproducción asistida que consiste, básicamente, en depositar los espermatozoides en el útero y de esta forma acortar el camino hacia la fecundación del óvulo.
Se trata de uno de los métodos reproductivos más “veteranos” y con el que se obtienen resultados muy satisfactorios en aquellos casos en los que está indicado (esterilidad de causa desconocida o inaparente, defectos leves de la calidad del semen, problemas relacionados con el moco del cérvix, endometriosis no graves, alteración en alguna de las trompas de Falopio …). Esta técnica está recomendada para mujeres menores de 35 años siempre que las causas de infertilidad no sean severas.
La inseminación artificial se lleva a cabo mediante una serie de pasos establecidos, de ahí la importancia de someterse a esta técnica en un centro especializado en reproducción asistida que aborde todas las fases, facilitando así un procedimiento que no siempre resulta fácil para los pacientes.
Dos modalidades de inseminación artificial
Desde el punto de vista de la procedencia del semen empleado, existen dos tipos de inseminación artificial: con semen de la pareja o cónyuge (IAC) y con semen de donante (IAD). En ambas, el procedimiento es similar. Estas son las peculiaridades de cada una, según se explica desde HM Fertility Center:
- Este semen se procesa previamente en el laboratorio, con el objetivo conseguir los espermatozoides con mayor potencial y maximizar las posibilidades de conseguir un embarazo;
- El nivel de eficacia de esta técnica radica en la capacidad de conseguir un folículo maduro, en el caso de la mujer, y unos espermatozoides de calidad, en el hombre;
- Se inicia una vez que la mujer tenga la menstruación, administrándose un tratamiento hormonal (gonadotropinas) por vía subcutánea y una vez al día , con el objetivo de conseguir una estimulación ovárica que permita que se desarrollen de uno a dos folículos para inducir la ovulación, una vez estén maduros;
- El mismo día en que se decide realizar la inseminación artificial que coincidirá con la ovulación, la pareja entrega una muestra de semen que se capacita en el laboratorio del centro de reproducción asistida, para seleccionar los espermatozoides con más calidad y movilidad;
- Los espermatozoides seleccionados se depositan en el útero de la mujer con la ayuda de un catéter muy fino, de forma indolora y sin requerir anestesia.
- Inseminación Artificial con semen de Donante (IAD): en esta técnica se utilizan los espermatozoides de un donante, obtenidos a través de un banco de semen:
- Está indicada en aquellos casos en los que la calidad del semen del cónyuge/pareja no alcanza unos valores mínimos (azoospermia, trastornos genéticos…), en parejas de mujeres y también en mujeres que desean afrontar la maternidad de forma individual;
- Es una técnica de reproducción asistida muy habitual. En Estados Unidos, por ejemplo, aproximadamente una de cada 8 parejas infértiles recurre a semen de donante para lograr un embarazo, según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG);
- El semen seleccionado en cada caso se ajusta a las características físicas de la mujer receptora y las de su pareja, si la hubiese;
- Los espermatozoides que se inseminan son de una calidad óptima, ya que proceden de un varón sano cuya producción espermática ha sido previamente estudiada y, de hecho, las probabilidades de éxito de la IAD son mayores que las que se consiguen con la IAC.
Efectividad y tasas de éxito de la inseminación artificial
Un embarazo por inseminación artificial no implica un riesgo mayor para la salud que una gestación derivada de una relación sexual.
En cuanto a la eficacia de esta técnica, los datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) revelan que, en términos generales, la probabilidad media de obtener la gestación por cada ciclo realizado es de un 10%-15%. Hay que tener en cuenta que estos porcentajes mejoran considerablemente cuando se utiliza semen de donante y tras sucesivas inseminaciones, por efecto acumulativo, pudiendo superar el 50% tras cuatro intentos. Sin embargo, de no lograr el embarazo, tras este número de intentos el especialista suele recomendar cambiar de estrategia reproductiva.
Tanto para optimizar el resultado de este procedimiento, como para llevarlo a cabo con todas las garantías, es necesario que la mujer o pareja que esté buscando el embarazo se pongan en manos de profesionales debidamente cualificados en centros especializados. Además, estos centros deberán ofrecer la posibilidad de cubrir todo lo relacionado con la técnica de reproducción elegida, incluyendo la orientación sobre el método más adecuado en cada caso y la realización de las pruebas previas necesarias.
Personalización, acompañamiento y otras ventajas
Es fundamental que la inseminación artificial se lleve a cabo en un centro que reúna una serie de condiciones que facilitan todo el proceso y que avalan las altas tasas de éxito de esta técnica y que son las que caracterizan la forma de trabajo de entidades como HM Fertility Center:
- Experiencia. Un aspecto clave es que se trate de un centro con amplia experiencia en reproducción asistida, un campo que ha experimentado un avance espectacular en los últimos tiempos, de ahí la relevancia de una actualización constante. En HM Fertility Center los resultados están avalados por más de 20 años de experiencia en el sector y un equipo médico de prestigio y por la excelencia de este centro en el ámbito de la investigación;
- Personalización. La SEF indica que los tratamientos clínicos de fertilidad y los procesos de laboratorio deben desarrollarse escogiendo, entre varias modalidades, la más adecuada en cada caso, lo que pone de manifiesto la relevancia de adoptar un enfoque de máxima individualización, en línea con la actual tendencia a la medicina de precisión. Un ejemplo de esta filosofía centrada en los pacientes es el hecho de que, en el caso de la inseminación artificial, HM Fertility Center ofrece a los pacientes, antes de iniciar el tratamiento, una estimación del porcentaje de éxito esperado del tratamiento para su caso concreto. El objetivo es que sean conscientes de las posibilidades de conseguir un embarazo en cada ciclo;
- Acompañamiento. Otra manifestación de esta apuesta por la individualización y el fomento de la empatía hacia el paciente es la existencia de un sistema de acompañamiento por el que un profesional guía a los profesionales en todo el proceso de inseminación artificial. Desde la primera visita, durante el diagnóstico y el tratamiento y hasta la consecución del embarazo, asesorando, resolviendo las dudas y planificando las visitas y controles médicos. El factor tiempo es un elemento clave para las personas que están inmersas en un procedimiento de reproducción asistida;
- Servicio integral y multidisciplinar. Teniendo en cuenta las peculiares circunstancias de las personas que se enfrentan a un problema de infertilidad o tienen algún tipo de dificultad para conseguir una gestación de la forma habitual, es muy importante que el centro de reproducción asistida ofrezca un servicio integral y coordinado por parte de profesionales implicados en el proceso. En el caso de HM Fertility Center, todos los servicios que habitualmente se ofrecen en un centro de fertilidad se realizan en el ámbito hospitalario (dentro de la cobertura de HM Hospitales). Esto facilita, además del abordaje integral, que cualquier consulta con alguno de los distintos profesionales involucrados en el proceso se realice de manera ágil, sencilla e inmediata. En relación con esto, la SEF indica que la aplicación de los tratamientos de reproducción asistida requiere la colaboración estrecha de profesionales con formación clínica (ginecólogos, urólogos, andrólogos); especialistas en técnicas de laboratorio destinadas a la evaluación y el tratamiento de espermatozoides, ovocitos y embriones (embriólogos clínicos); personal de enfermería y profesionales de apoyo (psicólogos);
- Tecnología puntera. El hecho de que todas las intervenciones relacionadas con la inseminación artificial y el resto de las técnicas reproductivas se desarrollen en un ámbito hospitalario asegura el empleo de tecnología de vanguardia, lo que aporta agilidad, precisión, tranquilidad y seguridad a los tratamientos;
- Minimización de riesgos. Una de las principales complicaciones asociadas a la inseminación artificial es el síndrome de la hiperestimulación ovárica, que se produce como consecuencia de una respuesta exagerada a las hormonas que se administran para favorecer la formación de folículos ováricos que permitan inducir la ovulación. En centros como HM Fertility Center disponen de diversas estrategias de estimulación folicular, lo que permite eliminar el riesgo de esta complicación. Asimismo, y en el caso concreto de la inseminación artificial, la fase de control y estimulación de la ovulación está enfocada al desarrollo de entre 1 y 3 folículos para, de esta forma, maximizar las opciones de éxito y minimizar el riesgo de embarazo múltiple.